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Cioran, ese filósofo...

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El libro de historia más enorme y hermoso que imaginarse pueda es el cielo estrellado, porque la luz guarda memoria de todo lo acaecido en el Universo en los pasados 15.000 millones de años. Por eso, y no sin cierta ironía, escribe Fernando Pessoa: “Tengo compasión de las estrellas, / Que brillan hace tanto tiempo…, / Tanto tiempo… / Siento compasión por ellas…”.

Foto: Dannyboy


Como muchos de ustedes saben, Cioran es un filósofo entrañablemente pesimista. Tal vez por eso, en uno de sus libros no se le ocurre otra cosa que decir que Dios ve el mundo por el ojo de España. Y puede que por hacer honra a su propuesta, un día Dios se asoma a una calle madrileña y le dice a un viandante:

– “Hola, soy Dios”.

El viandante ya ha visto de todo en la capital de los españoles, así que no se asombra demasiado, aunque mentalmente inicia un rápido repaso de sus pecadillos relacionados con las partes pudendas, por lo que le pudieran preguntar. Sin embargo, Dios parece interesado en otros asuntos.

– “Pocas cosas como el Universo” comenta Dios, no sin cierta vanagloria, en una cita interesada del genial Augusto Monterroso. Pero nuestro viandante no conoce a Monterroso y nunca se preguntó si el Universo fue en su día creado por alguien, aunque fuese Dios, o si siempre estuvo ahí.

– “¿Qué te pareció el invento de la luz?” insiste el Hacedor de todo lo visible. “¿No fue una gran idea que la luz fuese a la vez onda y partícula?”

– “La verdad – dice el viandante – que no se mucho de esas cosas…”

– “¿Qué cosas te interesan pues? – pregunta el Gestor de todo lo que existe de forma más bien retórica, porque continua como sigue: “Por intermedio de Pico della Mirandola (lo tienes traducido por la Editora Nacional, – especifica), te envié instrucciones… Así, por ejemplo, te digo que te coloqué en el centro del mundo para que volvieras más cómodamente la vista a tu alrededor y miraras todo lo que existe…, para que tú, como modelador y escultor de ti mismo, más a tu gusto y honra te forjes la forma que prefieras para ti…”.

El hombre no sabe qué decir. Para empezar no tiene ni idea de quien es ese tal Mirandola. Por otra parte, no se siente en el centro de nada y lo de modelar y esculpir le queda un poco grande. Por un momento piensa que está siendo filmado para algún programa televisivo del tipo “la cámara indiscreta”.

Al final, por decir algo, comenta: – “Estoy en contra de la homosexualidad…”

A lo que el Divino hacedor, algo irritado, le contesta: – “Pero, por favor: ¿no sabes que, al contrario de lo que a ustedes os ocurre con las gambas, a mí del hombre sólo me interesa la cabeza…?”.

Por un momento, el Señor del Universo piensa en enviarle un rayo de advertencia, pero como muy bien señala Lucrecio en su “De rerum Natura” los dioses tienen problemas para fabricar rayos los días soleados. Lo suyo es tirarlos a diestro y siniestro los días de tormenta. Pero, en cualquier caso, Dios se marcha pensando que, en lo sucesivo, tal vez utilice otro país como ojo para observar a la Humanidad.


Lección inaugural de Filosofía, curso 2005-2006 de la UPO. Don JOSE MARÍA DELGADO GARCÍA

enviado por Sergio

2 comentarios:

danniboy dijo...

bonta foto. que gran viaje fue ese. como nos pusimos de... en fin, jeje

Bodeguero resentido dijo...

De... y de...

Jaja!! Dani!!! ¿Cómo va todo?´Llevabas ya tiempos in dejarte caer por este rincón... Espero que todo te vaya genial, seguimos tus pasos a través de Univrsal Traveller.

Te tomé prestada la foto... sabes que siempre me gusta pedir los permisos después de actuar, jeje.

Un abrazo!!